¿Quién dijo que la comida no puede ser divertida? ¿Puede un simple bocata de nocilla convertirse en un búho?¿o en un conejito?. Es muy común que la hora de comer se convierta en una pequeña tortura para algunos padres. Si el niño es de los que no quiere comer, se aburre sentado en la mesa y prefiere hacer otras cosas, hace que sea una ardua tarea que se alimente de una manera adecuada.
¿Y si les damos una divertida opción para que la comida se convierta en uno de los momentos más fantásticos del día? ¿Por qué no convertir unas verduras en un entretenido tres en raya?
Os mostramos una serie de platos para los peques que nos han parecido originales y fáciles de hacer.
¡Nunca ha sido tan divertido comerse un pimiento, una manzana o una zanahoria!
¿Os animais a convertir vuestros platos en originales animales?
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