¿Quién no ha tenido que compartir alguna vez la habitación con un hermano...o con 2? Esos años de juegos y confidencias que aunque estas deseando tener una habitación propia luego esa etapa la acabas echando de menos.
A veces, a falta de espacio, es necesario tener que compartir una habitación. Algo que a los padres puede ocasionar dudas de como resolver en una misma área 2 personalidades o bien parecidas o completamente opuestas. Dividir o unir el espacio puede ser un reto en una habitación compartida.
Para ello hay que ser práctico e ingenioso. A veces basta con jugar con el color de las paredes o buscar una temática que agrade a los peques.
El color se puede utilizar como un divisor de espacio personal para cada niño. Los colores neutros generalmente son garantía de agrado para todos pero las notas de color son, a veces, una muestra de identidad para los más pequeños.
Otros retos a conseguir son: utilizar el espacio eficazmente para crear áreas privadas para los niños y proporcionar una zona de almacenamiento para evitar el más que probable desorden.
Aunque aun no nos lo tenemos que plantear, no está mal ir mirando y cogiendo inspiración para una futura habitación compartida.
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Para las pequeñas princesas, que mejor que un dosel para evocarlas a mundos mágicos.
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Cuando los que tienen que compartir el espacio son un niño con un bebé:
Y cuando los que comparten son de distinto sexo podemos llegar a dudar en que estilo pueden sentirse cómodos los dos a la vez. Si son personalidades bien distintas y marcadas ¿por qué no reflejarlo en la habitación? Que quede bien claro de quien es cada lado.
La cosa se vuelve más difícil a la hora de organizar el espacio si en vez de dos aumentamos el número de niños que comparten la habitación. Unos cuantos ejemplos de habitaciones para 3 niños
o para 4...
¿Qué os han parecido? ¿Creéis que es un reto habilitar una habitación compartida?
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